Las parejas toman decisiones constantemente con motivo de la celebración de matrimonio. Dos decisiones que producen mucho estrés aunque la finalidad es bien distinta, es la de cancelar o posponer la celebración. ¿Cuándo elegir una opción u otra?
Cuándo cancelar la boda
No importa que queden pocas semanas para tu boda, si por algún motivo no estás seguro de tomar esa decisión, estás a tiempo de cancelar el evento. Y no te preocupes por aquello que puedan pensar los demás ya que se trata de tu vida. Algunas personas no dan el paso por miedo a decepcionar a los más cercanos. Sin embargo, si ha ocurrido algo que ha hecho que te cuestiones la idea de la boda, cambiar de opinión y actuar de forma coherente, es un modo de cuidarte a ti mismo.
Cuándo posponer el enlace
Por el contrario, se puede aplazar la fecha para otro momento cuando ha ocurrido una circunstancia por la que la pareja considera que es mejor elegir un día alternativo para hacer las gestiones de la organización con más tranquilidad. Por tanto, los motivos de la cancelación son más personales, son motivos de peso en relación con el propio amor. Sin embargo, posponer el enlace es una decisión que en realidad, está motivada por cuestiones más circunstanciales.
La boda se pospone cuando hay un motivo que invita a ello pero ese motivo tiene solución. Por el contrario, la boda se suspende cuando existe un conflicto que no se soluciona dando el sí quiero. Una de las situaciones más frecuentes por las que algunas parejas deciden posponer una celebración de boda es por la muerte reciente de un familiar cercano. Sin embargo, incluso en este tipo de circunstancia es posible continuar con la celebración haciendo que la misma sea un bonito homenaje a la memoria de ese ser querido.