El aburrimiento no solo puede vivirse en solitario. También puede experimentarse en pareja cuando la rutina es tan previsible que ya no queda ni un elemento para el factor sorpresa. El verano es un buen momento para integrar un cambio de hábitos en el tiempo de ocio. ¿Qué hacer para no caer en el aburrimiento?
Compartir un hobby
Muchas parejas comparten la afición de bailar y organizan actividades en torno a esta pasión. Aquellas parejas que comparten un gusto común por alguna temática, tienen más posibilidades de crear un ocio compartido que aquellas que tienen gustos totalmente incompatibles. Pero además, en torno a un mismo hobby también surge la posibilidad de ampliar el círculo de relaciones personales.
Buscar alternativas a la televisión
Ver una película en televisión puede ser un plan muy cómodo o incluso, muy interesante para de vez en cuando pero cuando se convierte en la norma habitual, conviene potenciar la creatividad para buscar propuestas alternativas. Elaborar una lluvia de ideas con posibles opciones de entretenimiento, planes que os gustaría llevar a cabo, opciones para el tiempo libre.
No rechaces cualquier iniciativa
Algunas personas se sienten tan incómodas cuando salen de su zona de confort que tienden a rechazar cualquier nueva propuesta, aunque finalmente cedan y descubran que se han divertido con esa idea. Si cada vez que tu pareja te propone una nueva idea de ocio, te quejas o la rechazas, puede que llegue un día en el que ya no quiera compartir más esa creatividad. Integra un poco de romanticismo en tu relación, dosis de aventura y magia. Una buena iniciativa es la de improvisar planes en lugar de planificarlos todos con días de antelación. Vivir el momento, aprovechar el tiempo y concretar los planes para esta semana en lugar de posponerlos para más adelante.