Durante la Asamblea de Naciones Unidas celebrada en el año 2000 participaron 189 gobiernos. En ella se establecieron ocho objetivos dentro de lo que se denominó “la declaración del Milenio”. “Promover la igualdad de género y la autonomía de las mujeres” así como “mejorar la salud materna” son dos de esos retos antes de que lleguemos al año 2015.
Desgraciadamente los datos hablan por sí solos:
– Más de las 2/3 partes de las personas analfabetas en el mundo son mujeres.
– Los salarios de las mujeres son un 35% más bajos que los de los hombres, para el mismo trabajo.
– Hay países donde las mujeres no tienen derecho al voto.
– Alrededor de 600.000 madres mueren cada año durante el embarazo y el parto.
– La violencia contra las mujeres es la primera causa de muerte en Europa entre féminas de 16 a 44 años.
Todavía perdura una organización social basada en el patriarcado, es decir predomina la autoridad y liderazgo de los varones. Con el fin de mantener un control sobre las féminas, los hombres han utilizado a su antojo la relación entre leyes, cultura y religión.
Los micro-machismos son prácticas de dominación masculina en la vida cotidiana a un nivel casi imperceptible. Este conjunto de maniobras que realizan los varones en el seno de las relaciones tienen como fines mantener el dominio sobre la mujer; reafirmar dicho dominio ante una mujer que se rebela por su lugar en la relación y resistirse al aumento de poder personal de su pareja.
Aunque desde la opresión, millones de féminas han sabido construir una cultura de la ética y la solidaridad para devolver la libertad y la dignidad a la mujer. En España existe una Ley Integral contra la Violencia de Género, hay una Ley de Igualdad y también una Ley para la Autonomía Personal.