Cada pareja tiene una historia única. Algunas personas rompen su relación, y pasado un tiempo, deciden darse una segunda oportunidad. Aunque en muchos casos es cierto el dicho popular que afirma que segundas partes nunca son buenas, existen excepciones a la norma. Y esto tiene mucho que ver con cuál fue el motivo de la ruptura en un primer momento y con la capacidad de reflexión de los propios protagonistas. ¿Cómo hacer que la segunda oportunidad sea mejor que la primera?
Tiempo de conocimiento
Este es un buen momento para retomar el amor con una mayor conciencia a través de conversaciones, citas y planes que ponen en valor la importancia de la palabra y el diálogo. En algunos casos, puede ser necesaria la ayuda de un profesional externo, un terapeuta que con su apoyo ejerce una labor de mediación.
Tener una actitud de humildad
Humildad para comprender que cuando una relación se rompe, ambos han colaborado para llegar hasta ese punto aportando errores. Humildad para intentar hacer las cosas de una mejor manera. Por ejemplo, para poner más atención en los detalles, practicar la empatía, el respeto, la escucha activa y la observación.
Poner tus ideas en orden
En este momento, puedes tener en tu interior un auténtico caos de pensamientos e ideas. Para que esta segunda oportunidad funcione tienes que encontrar la clave para encontrar la armonía de saber exactamente qué quieres y con qué sueñas.
Crecer a nivel interno
Una ruptura vivida de forma consciente te ayuda a crecer como persona. Por tanto, intenta extraer reflexiones y conclusiones valiosas de esta vivencia para poder aplicar a esta nueva etapa de la relación todo lo aprendido en la fase previa. Por ejemplo, que esta segunda oportunidad te sirva para no cometer los mismos fallos de siempre. Intenta ser creativo en tu forma de demostrar el amor con hechos y palabras.