El enamoramiento no es amor pese a que muchas personas lo confunden. De hecho, existen enamoramientos que no llegan nunca a la fase del amor, por ejemplo, cuando dos personas empiezan a salir y pronto descubren que no se llevan bien y que el romance no es como lo habían imaginado. Una de las características de una persona enamorada es que imagina demasiado sobre cómo es la otra persona y cómo podría ser la vida a su lado.
Sin embargo, la idealización en raras ocasiones encaja al cien por cien en la realidad. La experiencia de la mayoría de las personas que llevan años de matrimonio es la de sentir que la persona con la que están, no es exactamente como imaginaron que era en el noviazgo. En esa primera fase, la mayoría de las personas quieren dar una imagen impecable de sí mismas.
Cómo reconocer el enamoramiento
El enamoramiento es de verdad cuando sientes que es más fuerte que tú y que tu voluntad. Es decir, no puedes controlar el sentimiento fácilmente. Echas mucho de menos a la otra persona si no le ves, hasta el punto de tener un nudo en la boca del estómago en ciertos momentos ante el peso de la añoranza.
Cuando llevas un tiempo sin ver a la otra persona te sientes más bajo de energía, tienes la sensación de que te falta algo. En cambio, cuando estás a su lado tienes la sensación de tenerlo todo y de que el mundo entero desaparece por un momento.
Tienes miedos lógicos y naturales que surgen de una forma inmediata en el amor, por ejemplo, tienes miedo a no ser correspondido por la otra persona. Te asusta estarte generando falsas ilusiones. Y por encima de todo, te da miedo volver a sufrir.
Qué hacer cuando te enamoras
Asume los riesgos propios del amor pero con prudencia. Tómate las cosas con calma para afianzar mejor la historia. Disfruta de los buenos momentos que se viven en esa fase porque son únicos y siéntete afortunado por estar enamorado.