La felicidad es un sentimiento bonito pero complejo puesto que los enamorados también pueden engañarse a sí mismos para intentar apostar por una historia que no tiene futuro. Aceptar la verdad duele en estos casos porque la realidad rompe con las expectativas personales. Durante el verano, es un buen momento para reflexionar con tranquilidad sobre la salud de la relación de pareja, con el objetivo de hacer balance y posibles reajustes. ¿Cuáles son los indicativos que te ayudan a darte cuenta si realmente eres feliz en tu relación de pareja? ¿Cómo saber cuál es tu grado de satisfacción con la relación?
Analiza el nivel de quejas
Las quejas no producen resultados positivos ni a corto, ni a largo plazo, sin embargo, sí es muy importante analizar qué se esconde detrás de esta tendencia al reproche: ¿Te quejas de un modo frecuente sobre aspectos importantes de tu relación o sobre detalles que pueden ser más superficiales? Puedes intentar anotar por escrito una lista con el tipo de quejas más habituales en la relación.
Tranquilidad de ánimo
Uno de los síntomas de una persona que es feliz en su relación de pareja es que experimenta una paz interior y una serenidad que son fruto de esa conformidad con el presente. Sin embargo, cuando una persona experimenta infelicidad sentimental sufre cambios habituales de humor como consecuencia de ese dolor interno.
Un dolor interno que produce dudas en la relación y dichas dudas causan un enorme desgaste.
Confianza en pareja
Una persona es feliz junto a su pareja cuando experimenta confianza plena en el otro. Es decir, cuando siente que puede contar con su ayuda para afrontar un problema o cuando simplemente, se siente querida de un modo que le hace bien.
El amor saludable del otro nutre la autoestima personal. Por el contrario, cuando la compañía de la pareja es perjudicial, el amor propio se resiente.