Cuando el amor se ha terminado por una de las partes, entonces, surgen desencuentros personales propios de dos personas que no se encuentran en el mismo punto vital. ¿Cómo saber si un amor ha llegado a su fin? Es normal que en una relación se produzcan altibajos. ¿Cómo diferenciar entre una mala racha y el final definitivo?
Sentimientos contradictorios
Es posible experimentar sentimientos contradictorios ante el deseo de comunicar la noticia a la pareja y el miedo a herir sus sentimientos. O incluso, es posible querer confesar la verdad y sentir un freno ante el temor a la soledad o el miedo a estar equivocado.
Ante esta contradicción de sentimientos, los momentos compartidos en común se han convertido más en una fuente de sufrimiento que de bienestar como consecuencia del desamor.
Menos comunicación
Existen menor comunicación y además, los temas que se tratan son más superficiales. Esta falta de comunicación va unida con la distancia emocional que ha surgido entre los dos y ha marcado una barrera entre ambos.
Imaginas el futuro a su lado con tristeza
Cuando te imaginas a ti mismo siguiendo al lado de tu pareja durante mucho tiempo, sientes una inmensa tristeza. Te obsesionas con todo aquello que te estás perdiendo por seguir en ese punto. Existe pérdida de ilusión e interés por los momentos compartidos. Surge cierto grado de indiferencia que es un mecanismo de defensa para no afrontar la realidad tal y como es.
La frustración interior se manifiesta en la falta de tolerancia hacia los errores y defectos del otro que parecen haber adquirido una dimensión desorbitada para aquel que ya no siente lo mismo. Además, también se produce una evitación en el contacto físico puesto que el cuerpo también comunica lo que la persona piensa y siente.