El amor no es apego, sin embargo, podemos llegar a confundir ambos términos. Esta confusión depende, en parte, de nuestro nivel de autoestima que también influye en el tipo de lazos que establecemos con los demás. En este artículo me gustaría dar las claves para identificar una relación de pareja basada en el apego. Cuando una persona tiene una relación de este tipo, siente que los temas de pareja absorben la mayor parte de su energía ya que el enamorado vive por y para dicha relación. Es decir, al ser un amor tan carente de libertad, la persona comienza a reducir no solo su círculo social, sino también, sus sueños personales e incluso, su mundo emocional.
Amor sin libertad
Esto se debe a que la persona vive especialmente condicionada por temores diarios como el abandono inesperado de su pareja, una posible infidelidad, temor al conflicto interpersonal, vértigo ante la soledad, miedo a no sentirse querido de verdad. Y es que, el apego conduce precisamente a buscar el modo equivocado de cubrir las carencias afectivas poniendo todo el peso del amor en la pareja y no en uno mismo.
Un amor basado en el apego es aquel en el que incluso los detalles más insignificantes parecen tener una gran trascendencia en la vida de pareja porque uno de los dos o ambos se toman todo de un modo personal. Y además, en lugar de hacer preguntas para salir de dudas, se tiende a hacer supuestos que se dan como ciertos a partir de puras interpretaciones subjetivas.
Pánico ante la soledad
El apego hace que una persona que tiene una relación infeliz siga allí en el mismo punto porque considera que es mejor tener pareja que la soledad de estar soltero. ¿Qué ocurre cuando tenemos un apego excesivo hacia una persona? Que vivimos con miedo a perderle porque sentimos que la pérdida nos hará perder nuestro propio centro vital.