El exceso de protagonismo define a aquella persona que disfruta siendo el centro de atención de todos los planes y cuando no recibe la atención que desea se frustra. Las personas que tienen exceso de protagonismo se olvidan de que los demás también son importantes y son protagonistas en un plan determinado. ¿Cómo evitar que el exceso de protagonismo frustre las relaciones personales sanas?
Consejos para una buena conversación
Muestra interés en las conversaciones por saber más cosas de los demás. En ese caso, anímate a tomar la iniciativa de hacer preguntas. No se trata de someter al otro a un interrogatorio sino de demostrar atención por sus asuntos. Por ejemplo, si en un plan anterior te comentó que tenía un proyecto importante, no dudes en preguntarle por ese tema en un plan posterior.
Recordar lo que hemos hablado con otra persona nos ayuda a establecer lazos sólidos. En definitiva, no monopolices el turno de palabra, busca el feedback y sé observador para comprender las circunstancias del otro. Por ejemplo, si una persona acaba de romper con su pareja entonces necesitará hablar más de sí misma para desahogarse.
Piensa que si en un plan centras la atención de una forma desmedida te vas a casa lleno de ti mismo, es decir, tal y como habías llegado. En cambio, cuando compartes con los demás, regresas a tu casa enriquecido por otros puntos de vista y otras vivencias que antes no tenías.
Hay momentos para todo
En la vida, existen momentos para todo: para hablar mucho de uno mismo, para compartir silencios, para experimentar nuevas sensaciones, para escuchar a los demás… Lo importante es estar atento a esos momentos para aprovecharlos de verdad. Para ello, aprende a fluir con la vida con ese compás que marca tu corazón en contacto con la realidad.