El contacto cero puede ser terapéutico en la superación de un amor no correspondido, tras una ruptura sentimental o en una relación tóxica. Para adoptar esta medida es importante no caer en el autoengaño. Es decir, la ausencia de comunicación o interacción con el otro no está condicionada a la expectativa de que llegue una fecha que haga propicio el encuentro. El contacto cero, como se deduce del concepto, es sinónimo de distancia y falta de vinculación. ¿Cómo aplicar el contacto cero con otra persona?
1. Adapta la estrategia a tu situación
Siempre que sea posible por las condiciones del entorno, el contacto cero debe mantenerse de forma literal. Sin embargo, es una medida flexible que puede adaptarse a las circunstancias particulares de cada persona. Imagina que quieres olvidar a alguien con quien coincides cada día en el trabajo. En ese caso, tu interacción debe limitarse a tratar las cuestiones indispensables sobre un proyecto, por ejemplo.
2. Cómo aplicar el contacto cero con otra persona: pide a tus amigos que no te den información
La colaboración de las personas que te quieren puede ayudarte y reforzarte en el contacto cero. Especialmente, en aquella fase en la que te cueste más mantenerlo. Por ejemplo, pide a tus amigos que no te cuenten ningún detalle sobre esa persona.
3. Rompe el contacto a través del teléfono y otros canales
¿A través de qué medios tienes la posibilidad de estar en contacto con la persona de la que quieres distanciarte? Enumera los diferentes medios y afronta el contacto cero de forma integral de manera presencial y online. Quizá en algún momento no puedas evitar mirar su perfil en una red social. Cuando te alejes del contacto cero, corrige esa acción y continúa con el camino que habías emprendido. Ten un plan B para incrementar tu fortaleza en aquellos momentos en los que te sientes más vulnerable ante la influencia de la nostalgia o el recuerdo. Por ejemplo, llama por teléfono a alguien de mucha confianza para contarle cómo te sientes.
¿Cómo aplicar el contacto cero con otra persona? El proceso puede ser complejo, pero la perspectiva cambia cuando te centras en la meta y en el sentido que tiene para ti este objetivo.