El amor no está basado en la competición y en la rivalidad, así que cuando te veas inmersa en esa situación debes pensar si lo que está en juego de verdad es tu felicidad o tu ego. La competencia por amor no es del todo adecuada, porque al final, siempre habrá alguien que sufrirá y que saldrá herido. Otro tema muy distinto es que de verdad, la casualidad haga que te enamores del mismo chico que le gusta a tu amiga. En ese caso… ¿Qué hacer? Valorar tu sentimientos, darte cuenta de que son sinceros y luchar de verdad.
Pero también, entender que a tu amiga, le dolerá en caso de que finalmente, inicies una relación con el chico que a ella le gusta (al igual que te sucederá a ti en caso de que la historia sea al revés). Debes ser muy consciente de este punto pero también, tener la madurez de asumir la derrota. Por ello, piensa que cuando pase un tiempo, todo podrá volver a la normalidad y si la amistad era verdadera, entonces, lo seguirá siendo.
También existe otra opción posible que debes tener en cuenta y es que el chico en cuestión no esté interesado ni en tu amiga ni en ti. El corazón es libre, nunca debes forzar algo que no surge de una forma natural por ambas partes. En vez de competir por amor, intenta centrarte simplemente, en ti y en el otro. Es decir, enamórale con tu modo de ser sin necesidad de tirar por tierra las cualidades de otra persona. Y además, debes de ser humilde porque a veces, se gana y otras se pierde.
Tampoco debes competir por amor porque en caso de hacerlo corres el peligro de poner tu valor y tu autoestima en la decisión de la otra persona. Disfruta del amor y de la amistad a lo largo de tu vida.