Si has hablado con tu pareja y crees que necesitáis acudir a un terapeuta sexual lo primero que necesitáis es encontrar al especialista perfecto. Puedes preguntarle a tu médico de cabecera, ginecólogo o urólogo si conocen a algún profesional. También algún conocido te puede recomendar a uno que conozca. Cuando decidas llamarle debes hacerle preguntas diferentes sobre temas muy concretos como por ejemplo el de sus honorarios y sobre su especialidad.
Recuerda que incluso los terapeutas sexuales calificados pueden ser muy diferentes a la hora de enfocar los tratamientos en los problemas sexuales, pero algunas generalizaciones se pueden hacer. Intenta, de todas formas, no comparar lo que os recomienda el especialista a vosotros con lo que te haya contado algún amigo. Algo muy importante a la hora de acudir a la consulta del especialista con tu pareja es hablar de forma explícita y detallada sobre el sexo.
Uno no puede resolver los problemas sexuales hablando con rodeos. Es importante que sigas las instrucciones que te da el terapeuta. Estas instrucciones deben ser claras y directas. Si os recomienda leer libros o ver películas, hacedlo. Lo que no debéis hacer es cosas que no entendáis. Podéis cuestionar al terapeuta las terapias si no entendéis la finalidad pero siempre evitando enfrentamientos.
Cada tarea que os mande el terapeuta debe encajar en un plan de tratamiento comprensible y aceptable. Tampoco debéis cuestionar todo por que el especialista sabe lo que hace y quiere lo mejor para la pareja. Os conocerá y sabrá hasta dónde puede llegar dentro de vuestros propios valores sin haceros pasar malos ratos.