Romper una relación de pareja es una decisión compleja. Tanto que a veces, este hecho se pospone durante un tiempo con la esperanza de que el amor salve los sentimientos. Sin embargo, existen indicios de que quieres terminar con este amor. ¿Cuáles son los signos más frecuentes?
Tienes ganas de huir
Nace en ti una especie de pensamiento mágico, te gustaría evadirte de tu realidad sin tener que dar explicaciones. De hecho, durante la noche, has soñado en más de una ocasión con la libertad de vivir lejos de este vínculo. Estar en una relación que percibes como una cadena que te ata a un presente que no te gusta es un mal síntoma sentimental.
Envidias a otras parejas que rompen
En tu entorno, observas a otras parejas que, incluso después de años de relación, rompen su historia. Esas personas te producen envidia y son el espejo en el que inconscientemente te miras a ti mismo porque más allá del convencionalismo social que acompaña a tu relación (los demás os imaginan felices), tú sabes la realidad de este amor.
Te cuesta mantener el contacto visual
Sientes que finges cuando miras a los ojos de tu pareja, te cuesta decir te quiero en este contexto de intimidad visual porque en tu interior, sabes la verdad de tus sentimientos. Y esa voz interior que te dice que algo no va bien cada vez es más fuerte. Cada vez, es más real.
Un plan B
Cuando quieres acabar con esta historia, en tu mente surge un plan de vida distinto. Es decir, un guión en el que te observas a ti mismo como protagonista de una vida que te resulta más agradable. Y en ese guión de vida no está tu pareja. O al menos, no está con la presencia de un papel principal.