Tener un gran amigo significa tener una relación de intimidad con una persona que te conoce casi tan bien como tú a ti mismo. Alguien con quien no existen barreras emocionales, te muestras en tu máxima expresión. Compartes lo mejor e incluso, lo peor de ti mismo. La amistad es un punto de apoyo vital, una fortaleza en la alegría y también, un soporte en situaciones de adversidad. ¿Cómo hacer amigos íntimos?
Dedicando tiempo a una nueva relación
Siempre hay que dedicar tiempo a los amigos pero todavía más cuando se está formando ese vínculo porque, en caso contrario, lo que ocurre es que más allá de ese interés inicial, la potencial historia se estanca y se va enfriando. Por tanto, intenta mostrar una disposición de tiempo libre en tu agenda. Si te proponen un plan al que no puedes asistir, deja la puerta abierta para un encuentro próximo.
Tienes más posibilidades de conocer amigos íntimos en lugares en los que te mueves habitualmente, sencillamente, por una cuestión lógica. Es en tus círculos habituales, por ejemplo, en la universidad si estás afrontando esta etapa académica, donde pueden surgir vínculos que aunque en un primer momento sean más superficiales, de un modo gradual se vayan consolidando. Para hacer amigos íntimos es indispensable compartir momentos y situaciones que tienen una entidad, es decir, una verdad más profunda.
Por ejemplo, es posible que descubras quiénes son, en una situación difícil, tus verdaderos amigos. Por tanto, para hacer amigos íntimos, simplemente, vive. Poniendo en práctica valores positivos como la amabilidad, la generosidad emocional, la alegría y la ilusión.
El flechazo de la amistad
En la amistad también se producen conexiones que son similares a las de un flechazo. Es decir, surge una afinidad amigable con alguien. Sin embargo, este no es el único camino hacia la amistad profunda. En ocasiones, conoces a alguien desde hace mucho tiempo, y en el momento más inesperado ocurre algo que te une mucho más a esa persona.