El amor no correspondido produce sentimientos como la frustración, la decepción, la ira y el desamor. Estos sentimientos también traen consigo un sentimiento de estrés que no se supera hasta que la persona acepta la situación tal y como es. El autoengaño y las falsas expectativas pueden incrementar esta situación de estrés emocional que surge como consecuencia del desgaste interior que produce la oposición entre los deseos del corazón y las evidencias de la realidad. El amor no correspondido también produce estrés porque para muchas personas que se encuentran en este punto no resulta agradable recibir los consejos de amigos y familiares que le recuerdan una realidad distinta de la que desea escuchar.
Oposición entre sentimiento y razón
Desde el punto de vista externo, es más fácil poder observar los detalles de indiferencia que una persona tiene hacia otra, sin embargo, el protagonista tiene otro ritmo porque está implicado a nivel emocional y el corazón le dice una cosa mientras su razón le dice otra. Esta oposición de sentimiento y razón también puede resultar estresante al reducir la tranquilidad emocional. Esta dicotomía resulta agotadora.
Cómo reducir el estrés amoroso
El desenamoramiento no se produce en un día sino que es un proceso gradual. Por esta razón, es muy importante tener paciencia para respetar los ritmos del corazón pero teniendo presente qué es aquello que más te conviene cuando te encuentras en una situación de este tipo en la que vives un amor no correspondido y sufres una lucha interior constante.
¿Cómo resolver esta lucha interior? A través del desapego, dejando ir esa historia de amor cuando uno mismo ya ha hecho todo lo posible para intentar conquistar a la otra persona. Cambiar la posición respecto de la historia para protagonizar un nuevo rol en el que prime el propio bienestar es lo más importante.