La violencia y el amor son dos términos totalmente incompatibles por lo que es muy importante tener atención ante cualquier posible signo de violencia en la relación. Existen actitudes propias de la violencia en pareja que muestran el maltrato que daña la autoestima de la víctima. Las amenazas verbales son una forma de coacción que a partir del temor limita la libertad personal de la pareja. Este tipo de violencia verbal y psicológica produce un gran dolor anímico en la víctima que es tratada como un objeto cuando su opinión y su libertad no son tenidas en cuenta. Además, las palabras violentas dejan una profunda huella en el ánimo, siendo difícil olvidarlas. A través de este tipo de actitud, el agresor busca el control sobre su víctima.
La violencia a través de las palabras
Este tipo de violencia verbal suele ir acompañada de la actitud de desvalorización con la que el agresor infravalora a la víctima a través de calificativos despectivos y actitudes de ridiculización que pueden producirse en público o en privado. A través de este tipo de actitudes, el autoconcepto de la víctima se ve afectado como consecuencia del debilitamiento del amor propio que es causa directa de la influencia negativa de un amor insano. En ocasiones, no es sencillo identificar este tipo de actitudes tóxicas porque pueden ser muy sutiles.
Discusiones frecuentes en la relación
Uno de los síntomas de violencia verbal en la relación de pareja son las discusiones constantes. Discusiones de acaloramiento en las que se eleva el tono de voz y los descalificativos hacia la víctima son habituales. Discusiones que pueden saltar ante cualquier circunstancia pequeña que desborda la paciencia inexistente del agresor. El miedo a las reacciones irracionales de la pareja se torna un ingrediente habitual en el estado de ánimo de la víctima.