La amistad se muestra a través de los gestos pero también, a través de la simple presencia. Una persona se siente bien cuando está en compañía de su mejor amigo porque se siente en ese espacio de tranquilidad que produce el cariño. Existen cinco gestos que refuerzan la verdadera amistad y que pueden ayudar no solo a reconocer a un buen amigo sino también, a serlo uno mismo con los demás. ¿Cuáles son los tres gestos que puedes poner en práctica con tus amigos?
Respeto a la privacidad del otro
Una actitud de respeto hacia la privacidad del otro sabiendo tener prudencia al mantener en la esfera privada las confidencias que ha compartido el amigo durante una conversación, es un signo muy importante de confianza. Este respeto debe llevarse al extremo de no compartir con la pareja o un familiar un asunto que ese amigo no quiere que trascienda y que es libre de decidir con quién quiere compartirlo.
Pedir disculpas
Los buenos amigos cometen errores, no están a la altura de las circunstancias en ciertos momentos o se ausentan en situaciones en las que deberían estar. Lo que de verdad diferencia a un buen amigo es su capacidad para pedir disculpas y rectificar. Un amigo que reflexiona sobre sus actos y se disculpa, está mostrando una gran capacidad de cambio.
Frecuencia en el contacto
Cuando existe una buena amistad entre dos personas también existe frecuencia en el contacto. Es decir, existe una relación habitual. Es posible tener simpatía por una persona y tenerle un gran cariño, sin embargo, si el contacto se reduce a ocasiones muy puntuales en el año, entonces, no existe un círculo de intimidad con ese alguien. Para ser un buen amigo es necesario tener una presencia real en la vida del otro y compartir momentos.