Causas de la soledad no elegida


Existen distintos tipos de soledad. La soledad no elegida resulta dolorosa en ciertos momentos, por el contrario, el placer elegido de estar a solas con uno mismo potencia la autonomía y la libertad personal. ¿Cuáles son las causas de la soledad no elegida? Existen muchos factores que pueden influir en esta situación. Estos son algunos de ellos.

Carácter soberbio

El modo de ser de una persona puede influir en gran medida en cómo son sus relaciones personales. La soberbia que define el modo de ser de una persona se convierte en una barrera importante tanto en la amistad como en el amor. No siempre sucede así, pero en muchos casos, los demás se distancian ante la sensación de que nunca están a la altura de las expectativas de una persona exigente.

Estar estancado en el mismo punto

La soledad también puede estar producida por permanecer estancado en el mismo punto, es decir, por desear conocer gente nueva pero no hacer algo en concreto por conocer personas interesantes. De este modo, la persona sigue fiel a sus rutinas y costumbres sin darse la posibilidad de intentarlo. Este estancamiento puede ser más pronunciado a partir de los cuarenta años, cuando la persona se condiciona en exceso por el factor edad.

Circunstancias de la vida

El poder que las circunstancias personales tienen sobre la vida de una persona es más que evidente. Y existen historias personales en las que el factor azar se hace más visible todavía. Por tanto, un factor que también puede influir en la soledad no elegida es las circunstancias de la vida. Así ocurre, por ejemplo, cuando una persona queda viuda tras la muerte de su pareja.

Otros factores

Una persona puede haber cerrado las puertas al amor ante las decepciones sentimentales vividas en el pasado. O incluso, puede haber perdido oportunidades de felicidad importantes por haber tenido un exceso de expectativas al idealizar el propio amor.

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