Antes de romper una relación, es importante que mires dentro de ti, para saber si de verdad, el problema de tu tristeza está en el noviazgo o es otra cosa diferente la que te afecta, pero no le pones nombre a ese problema. La mente humana es tan compleja que en más de una ocasión, confundimos sentimientos. Cuando una persona no está bien consigo misma, tampoco lo está en su relación de pareja, pero no significa que la ruptura sea la mejor solución. En ese caso, es importante identificar la causa.
Date tiempo para pensarlo
Actuar por impulso, a la larga, siempre tiene un precio. En muchas ocasiones, quienes actúan de este modo, después, se arrepienten por no haber meditado más los cambios que iban a hacer en su vida. Claro que es posible romper una relación, y después, volver, sin embargo, teniendo en cuenta que una persona no es un juguete, es mejor actuar con madurez y con coherencia.
Háblalo primero con tu pareja
Habla del tema primero con tu pareja, no dejes que sea alguien externo quien le haga algún comentario sobre tus intenciones. Es decir, tienes que ser muy cuidadoso para no compartir con la persona equivocada, tus pensamientos. Pide consejo a tu amigo más íntimo, que sabes que guardará aquello que le digas en secreto.
Evita la culpa
Evita la culpa porque en una situación así, existen sentimientos que se han roto pero no hay culpabilidad siempre que se ha actuado de una forma positiva. La culpa viene añadida de actos secundarios, como por ejemplo, la infidlidad por haber dejado de amar a la pareja.
Asume las cosas como vienen, habla del tema con madurez abiertamente con tu pareja.