En general, en el seno de una relación interpersonal, son los pequeños detalles, los más importantes. Aquellos que van generando la confianza en el seno de una relación de amor, amistad o compañerismo. En medio de la prisa, el conformismo y de la comodidad, a veces, se corre el peligro de no dar la importancia necesaria a los demás. ¿Qué son los pequeños detalles?
Gestos tan pequeños como el de responder siempre a un correo electrónico. La realidad es que existen personas que dan el silencio por respuesta y es el emisor el que tiene que dar por hecho, que el mensaje llegó. Por supuesto, también es positivo acordarte del día de cumpleaños de tus contactos para llamarles por teléfono o mandarles un correo electrónico. Existen personas que no dan importancia a este tipo de detalles, pero la verdad es que recordar los cumpleaños es tan sencillo como marcar las fechas en la agenda.
Cuidar el trato y acordarte de los demás, también es necesario. Si por ejemplo, hace tiempo que no sabes nada de una persona, entonces, no dudes en tomar la iniciativa de invitarle a tomar un café para poneros al día. Cuanto más tiempo pasa, es más fácil que llegue la indiferencia, especialmente, si se trata de un vínculo que estaba naciendo. Por ello, haz un pequeño esfuerzo porque la recompensa merece la pena.
Si alguien ha depositado en ti su confianza, entonces, no le defraudes. Lo mejor de una relación es que vaya a más, y no que vaya de más a menos. Déjate conocer. Existen personas que ponen muchas barreras en una amistad o en el amor. En ese caso, no se dan cuenta de que es difícil para el otro ir más allá de esa especie de muro interior que tienen. En esencia, cada se humano se define a través de los hechos. Así que intenta ser cuidadoso con aquellos que te importan.