Todos hemos perdido amigos en algún momento u otro de nuestras vidas, y a pesar de que la amistad es diferente a una relación amorosa, la pérdida de un amigo nos puede afectar verdaderamente. Los amigos son esas personas a las que recurrimos cuando la vida nos pone lanza dificultades, cuando necesitamos alguien en quien apoyarnos, lo que están ahí para darnos una segunda opinión o una nueva perspectiva. ¿Cómo podemos curar esa pena que nos produce no tener esa parte tan importante en nuestras vidas?
A veces llegamos a un punto en el que, por desgracia, el esfuerzo que estamos realizando por mantener una amistad no es suficiente para se siga manteniendo. Entonces, ¿Cuándo llega el momento de poner fin a la amistad? Para la mayoría de nosotros esta es una sensación muy desagradable. A todo el mundo le gusta mantener la armonía en su vida pero hay momentos en los que hay que decidirse.
Esto puede ser difícil, especialmente si ambas partes mantenéis una amistad que no estáis dispuestos a trabajar más tiempo a causa de algún tipo de conflicto. Independientemente de las circunstancias, es importante determinar tus límites dentro de la amistad. Marco ciertos límites te ayudará a determinar cómo manejar la situación por medios pacíficos, y en la medida de tu capacidad.
Si decides que una amistad ya no es saludable para ti debes coger caminos diferentes a los de esa persona y poner tierra por en medio para evitar más conflictos o problemas. Hablar, como en las relaciones amorosas, es muy importante pero si ninguna de las dos partes queréis dar vuestro brazo a torcer, poco hay que hacer.