No existe un momento exacto para romper una relación de pareja. Cada vínculo tiene sus propios tiempos. Sin embargo, el final de las vacaciones de verano puede marcar el punto de inflexión. A continuación, presentamos cinco razones para finalizar una historia tras el periodo estival.
1. La relación se ha desgastado todavía más con la convivencia
Durante los meses de julio y agosto, la convivencia suele intensificarse más en las parejas y en las familias. Eso hace que algunos vínculos que ya estaban deteriorados antes del comienzo de las vacaciones, estén todavía más desgastados al llegar septiembre.
2. Comienza un nuevo ciclo con la vuelta a la rutina
Es importante que los plazos de una relación de pareja no estén determinados por fechas del calendario, sino por sus propios tiempos. ¿Quieres concentrarte en tus objetivos personales? ¿Deseas implicarte en tus metas profesionales? Pon tus expectativas y prioridades en orden. Septiembre puede ser ese instante en el que quieres marcar un punto de inflexión definitivo en tu vida sentimental.
3. Vuelta a la realidad
En ocasiones, el verano se convierte en un espejismo para las parejas. Así sucede cuando, a pesar de los problemas que hay entre ambos, surge la idealización del amor ante la expectativa de las vacaciones. Sin embargo, si la realidad habla por sí misma con el regreso a la rutina, quizá haya llegado el momento de romper el vínculo.
4. Tomar una decisión importante tras el periodo de descanso
No es fácil mantener una conversación sincera en torno a los motivos de la ruptura. Tampoco es fácil mostrar los sentimientos ante el otro. Sin embargo, el descanso estival puede ayudarte a tomar una decisión importante sin posponerla durante más días.
5. Quieres vivir un otoño en soledad o en compañía de otra persona
Dependiendo de las causas de la ruptura puede ocurrir que prefieras romper ahora para disfrutar de un otoño en soledad o, por el contrario, para darte la oportunidad de iniciar una historia con otra persona.