Cinco consejos para afrontar la soledad y el miedo al futuro

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La verdadera felicidad que es posible experimentar en el presente queda interrumpida en muchos instantes por cuestiones que tienen que ver con el mañana. A veces, incluso, con preocupaciones sin concretar. En Son Pareja te damos cinco consejos para afrontar la soledad y el miedo al futuro.

1. La soledad y el miedo al futuro son experiencias universales

La mayoría de las personas se siente de ese modo en algún instante. En consecuencia, contextualiza las emociones y sentimientos que irrumpen en tu interior cuando tus pensamientos conectan con el plano de la soledad o el temor ante el futuro.

2. La perspectiva cambia cuando abrazas el presente en tu interior

La soledad y el miedo al futuro pueden ser el reflejo de una perspectiva concreta de la existencia. Sin embargo, un enfoque esperanzador proporciona calma, tranquilidad y optimismo. Intenta abrazar el presente en tu interior durante un minuto. Observa un paisaje o escucha las sensaciones que te envía tu cuerpo.

3. Consejos para afrontar la soledad y el miedo al futuro: no describas tu rutina en términos absolutos

Si el miedo al futuro y la soledad te acompañan en algunos instantes de la jornada, no niegues esa realidad. Es decir, valida lo que sientes con libertad y aceptación plena. Pero no describas tu día a día en términos absolutos porque, si profundizas con más detalle en tus vivencias a lo largo de la jornada, es muy probable que encuentres otros momentos más agradables.

4. Ten fe y confía en la vida

El ser humano puede llegar a sufrir por miedos que no conectan con peligros reales e inminentes. Aunque sí los vive con esa intensidad en su interior cuando visualiza o anticipa un hecho preocupante. Alimenta la fe y la confianza ante la vida que cada día te brinda tantos recursos y regalos valiosos.

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5. Cultiva la amistad y la introspección

Cuida los vínculos de amistad que has creado hasta el momento y abre tu corazón ante el regalo de nuevos encuentros personales. Pero practica la introspección porque la compañía de los demás no puede llenar todas tus necesidades vitales.

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