La sinceridad es importante en todas las etapas de una historia de amor, también, cuando el vínculo entre ambos llega a su desenlace. Descubre qué beneficios ofrece la sinceridad al final de la relación.
1. Evitar confusiones
Las palabras pueden generar distintas interpretaciones cuando no están acompañadas por la sinceridad deseada. En ese caso, es posible extraer conclusiones equivocadas o hacer suposiciones que son el reflejo de una expectativa propia.
2. Afrontar las conversaciones pendientes
En ocasiones, existen temas que resultan incómodos y se posponen durante semanas o meses. Sin embargo, esas cuestiones no se resuelven incluso pasan aparentemente desapercibidas. La sinceridad crea las condiciones deseadas para abrir el corazón y afrontar las dificultades.
3. No prolongar el sufrimiento
El final de una relación puede causar un sufrimiento que se prolonga todavía más cuando no existe la sinceridad necesaria para hablar sobre sentimientos, emociones y expectativas de futuro. Algunas conversaciones marcan un punto de inflexión en la pareja.
4. Cerrar un capítulo para iniciar otro nuevo
¿Qué ocurre cuando una persona comienza una etapa, pero se hace numerosas preguntas en torno al pasado? En ese caso, los interrogantes sin respuesta se multiplican y se convierten en un peso que hace que el camino sea más complejo. Incluso cuando algunas respuestas resultan dolorosas por aquello que significan, la sinceridad es positiva en sí misma (siempre que está acompañada por empatía, sensibilidad, comprensión y aceptación).
La sinceridad es una expresión de valentía. Y su ausencia puede hacer que una persona mire al pasado con la sensación de que le hubiese gustado actuar de un modo diferente al final de la relación, si tuviese la oportunidad.
5. Resolver cualquier duda sobre la relación entre ambos
Por ejemplo, ambos pueden ser sinceros en torno a si desean ser amigos o, por el contrario, prefieren distanciarse durante un tiempo porque no se sienten preparados para cultivar una amistad.