Una de las experiencias universales en el inicio de una historia de amor es la idealización. El flechazo es una manifestación de esta visión idealizada del otro que va dando paso a la realidad a través del conocimiento mutuo. ¿Cuáles son los efectos de la idealización del amor en la etapa del enamoramiento?
1. Ignorar los defectos del otro
No solo ocurre que los defectos y manías del otro quedan en un segundo plano, sino que con frecuencia, algunos de los gestos que una persona apreciaba en el otro en un primer momento, se convierten en causa de desilusión cuando la idealización cae. Por ejemplo, una persona puede apreciar el éxito profesional de su pareja, sin embargo, más tarde siente que no dedica tiempo de calidad a la relación.
2. Visión de una historia única
De hecho, cada relación es única porque cada persona también lo es. Pero la idealización también puede hacer que una persona llegue a esta conclusión al no poner atención a aspectos mejorables del vínculo y al exagerar otros detalles. De este modo, su propio criterio contrasta con la imagen que otras personas del entorno tienen sobre este vínculo que visto desde fuera parece no sumar tanta felicidad a sus protagonistas.
En aquellos casos en los que el enamoramiento es correspondido y feliz, esta idealización frecuente en esta etapa puede hacer que la persona observe su presente desde una perspectiva más positiva.
3. Intensidad
Este matiz describe no solo la ilusión que siente el enamorado, o el deseo de compartir tiempo en común, esta intensidad también describe la expectativa de cada momento juntos, no solo en la esencia de cada cita sino también en la visualización previa y en el recuerdo posterior de todos los detalles de cada encuentro. Como consecuencia de esta intensidad tan frecuente, la persona también puede tener dificultades para concentrarse en las tareas cotidianas del trabajo o los estudios.