Olvidar a una persona no es un proceso sencillo, simplemente, es una experiencia que requiere de tiempo. ¿Qué hábitos pueden ayudarte a lograr este objetivo tan importante? A continuación, enumeramos cuatro ejemplos.
Piensa primero en ti
El concepto de egoísmo adquiere una visión diferente en este momento en el que deseas reforzar el olvido. Este es un momento esencial para pensar en ti y escuchar tus necesidades. Cuando tengas dudas sobre qué hacer o cómo actuar elige aquella opción que te permite cuidarte primero a ti mismo.
Desconexión digital
En un momento tan tecnológico como el actual, el proceso de duelo tiene matices más complejos puesto que el compromiso de marcar distancia respecto a esa persona significa tomar esta decisión también en el plano online. De lo contrario, el exceso de información sobre las novedades en la vida de esa persona te produce dolor.
Intenta vivir más pegado al plano de lo presencial y marcar un tiempo específico del día para consultar las novedades de tus redes sociales.
Repite un mantra de superación
A través del lenguaje influyes de forma constructiva en tu realidad personal. Por esta razón, crea el hábito de repetir un mensaje de superación de amor en el que te recuerdes lo más esencial en este momento de tu vida. Tú eres la persona más importante de tu pasado, de tu presente y de tu futuro. A través del acto de la repetición consciente de ese mensaje, interiorizas esta idea de autoestima.
Intenta estar ocupado
Sin llevar esta idea al plano de la ocupación permanente que te aleja de la posibilidad de la introspección. Sin embargo, sí es recomendable que tengas un tiempo estructurado en tareas que componen una rutina de superación. Estás viviendo un momento muy importante de tu vida porque el olvido supone el inicio de una nueva etapa.