Pedir perdón sin orgullo


La verdad es que en el amor, un perdón puede ser una terapia excelente para que te ayuden a olvidar y a afrontar el pasado. Así sucede por ejemplo en el caso de una ruptura en la que una parte se queda más afectada que otra porque la decisión le pilla de sorpresa, es decir, tiene que hacer frente al desamor de una forma involuntaria. Pues bien, si en ese momento, aquel que abandona pidiese perdón de corazón, fuese capaz de ponerse de verdad en el lugar del otro, entonces, el otro sufriría pero lo haría mucho menos.

Y es que, hay veces en las que las personas que son abandonadas pueden pasar meses o años para superar un final traumático. ¿Cuál es el mayor obstáculo a la hora de pedir perdón? El orgullo, el hecho de creer que no se ha hecho tanto daño al otro como para tener que decir «lo siento«.

Dentro del día a día de una pareja también es esencial empezar de nuevo, es decir, asumir que se cometen errores por ambas partes. En este caso, es bueno no esperar a que pasen días antes de pedir disculpas porque con el paso del tiempo, el distanciamiento también aumenta. Es decir, lo adecuado es simplemente, pedir perdón ese mismo día para poder darle las buenas noches con cariño a la pareja.

El orgullo, la vanidad, el egoísmo o una especie de rivalidad insana en la pareja pueden ser los sentimientos que impiden abrir el corazón en los momentos difíciles. Así sucede que existen parejas en las que siempre es la misma persona la que pide perdón. Un gesto que no es nada recomendable porque en este caso, se establece un rol de víctima en el que aquel que siempre pide lo siento, no se da el valor necesario.

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