En una boda, tan importantes son los protagonistas del día como los invitados. Entre todos se crea un ambiente de celebración. Y sin embargo, los novios como anfitriones de boda también cometen fallos con sus invitados. ¿Cuáles son estos errores de inteligencia emocional?
Invitación impersonal
Muchas parejas se limitan a enviar las invitaciones ya diseñadas a los invitados. Sin embargo, un trato verdaderamente personal es explicar a esa persona el motivo por el que quieres que te acompañe en esta fecha importante. Existen fórmulas sencillas para ofrecer un trato personal a los invitados. Por ejemplo, cuando organices las mesas del banquete, también puedes dejar en cada mesa, una pequeña nota de gratitud hacia cada invitado. De este modo, los invitados toman conciencia de que no son un simple número.
Evitar invitaciones por puro compromiso
Cuando invitas a alguien por puro compromiso estás poniendo en el mismo compromiso a esa persona. Es decir, es muy posible que prefiera dedicar su tiempo a disfrutar de un plan diferente. Por tanto, intenta invitar a tu boda a personas que realmente son importantes para ti y quieres que te acompañen en esta fecha inolvidable. Evita los compromisos y aumenta la libertad.
Perder el contacto después de la boda
Algunas personas invitan a muchos invitados a su boda, y sin embargo, poco tiempo después de la boda pierden el contacto con muchas de esas personas que han sido protagonistas de la celebración. Fomentar la amistad después de la boda, encontrando nuevos motivos de celebración con los amigos es un síntoma de inteligencia emocional.
Estos son los tres principales errores que las parejas cometen con frecuencia con sus invitados y que conviene corregir no solo para tener una boda más feliz, sino también para tener mejores relaciones personales marcadas por emociones sociales tan vitales como la gratitud.