La etapa de la convivencia en pareja planea un nuevo escenario del amor. En este momento, cada uno conoce mejor cuáles son las virtudes y los defectos del otro. Algunos defectos pueden hacer que esta convivencia sea compleja. En Son Pareja enumeramos tres de los defectos más frecuentes.
Obsesión por el orden y la limpieza
La obsesión por el orden hace que el simple detalle de haber colocado una cosa en el lugar equivocado sea motivo de angustia para quien tiene que observarlo todo perfectamente colocado, en el punto correspondiente. La manía de la obsesión por el orden es contraria a la actitud de quien tiende a ser desordenado. Ambos defectos son igualmente negativos, causan un gran desgaste emocional en la pareja. Y en ambos casos, este punto muestra cómo la realización de las tareas de la casa es un detalle poco romántico pero muy necesario.
Persona tacaña
Cuando una persona está obsesionada con el gasto, no por una cuestión de ahorro sino por tacañería, esto hace que la realización de los planes de pareja esté condicionada por la actitud de quien piensa más en aquello que cuesta un plan que en cuánto lo va a disfrutar. No me refiero a grandes gastos sino a planes tan sencillos como ir al cine o salir a tomar un café.
Llegar tarde sin avisar
Al convivir con una persona es positivo tener la consideración de tomar conciencia de que forma parte de tu vida. Esto significa, por ejemplo, que si te vas a retrasar al llegar a casa por la noche por un motivo concreto, avises para que tu pareja no se preocupe. Sin embargo, algunas personas tienden a olvidarse de este tipo de detalles porque consideran que no tienen que dar explicaciones de cada paso que dan. Y es cierto, no se deben dar razones de cada paso pero sí es positivo hacerlo en lo importante.