El ser humano siente. Por ello, existen situaciones que le ponen en encrucijadas que no son tan cómodas. Por ejemplo, un momento que puede remover tu corazón es aquel en que vuelves a encontrarte de una forma inesperada con tu ex mientras camina de la mano de su nueva pareja. En ese momento, incluso cuando ya has superado la ruptura, es bastante normal que se te ponga un nudo en el estómago, una especie de nerviosismo que te haga recordar el ayer. Sin embargo, por suerte para ti, si ya superaste el dolor del adiós, entonces, esta nostalgia dura poco tiempo. Lo normal es que incluso para el día siguiente veas este encuentro inesperado como una simple anécdota.
Pero también se produce la situación contraria. La de no saber cómo olvidar a una persona que te importa. En ese caso, cada vez que mantienes algún tipo de contacto es como volver a abrir las heridas. Y conviene tener mucho cuidado para no seguir sufriendo a base de generarte expectativas falsas o ilusiones artificiales. Si tú ya has mostrado interés por tu parte y ves que la otra persona no te corresponde del mismo modo, entonces, sigue con tu vida.
Existe una situación que también puede mover mucho tu corazón: volver a ver a tu primer amor. En ese caso, la idealización suele surgir con mucha fuerza. También, surge una ilusión especial cuando de una forma inesperada vuelves a encontrarte con un gran amigo del pasado, por ejemplo, con un compañero de la universidad del que hace años que no sabías nada. En ese caso, surge la curiosidad natural por saber qué es de su vida y por contarle qué es de la tuya.
Para finalizar, alguien tiene la capacidad de mover tu corazón en el flechazo. Cuando sientes una gran atracción por alguien sin conocerle.