Construir una amistad verdadera es cuestión de constancia y fuerza de voluntad porque para profundizar en un vínculo afectivo es fundamental mirar más allá de lo evidente. De lo contrario, es posible arruinar una relación ante el menor conflicto que produce incomodidad. No existen relaciones ideales pero sí existen muchos momentos inolvidables compartidos en común que compensan otras situaciones menos agradables. Ser perseverante es un gesto de madurez.
Consejos para profundizar en una amistad
Todos tendemos a ver los errores del otro en tamaño gigante, sin embargo, no somos igual de severos a la hora de juzgarnos a nosotros mismos. Antes de criticar un gesto en el otro deberíamos pensar un poco en que la otra parte también tolera nuestras imperfecciones. Buscar la perfección es la primera trampa frecuente porque nunca la encontrarás por mucho que te empeñes.
Adapta los planes con la otra persona al tipo de relación que tenéis. Por ejemplo, puede que con una persona te apetezca quedar con más frecuencia que con otra pero eso no significa que tengas que cortar un vínculo a cero. Cada amistad te aporta algo diferente. Valora lo bueno y relativiza lo menos bueno.
Por otra parte, puede que haya amigos con los que compartas de forma habitual planes de ir al cine, con otras personas puede que compartas conversaciones más profundas y con los mejores amigos, compartirás situaciones de todo tipo. La amistad se construye poco a poco, por lo que tienes que dar tiempo al tiempo, tener iniciativa para aportar ideas y ser generoso.
El perdón sana las heridas
El perdón ayuda a sanar las heridas que quedan en una relación que ha sufrido algún tipo de fisura. En este sentido, es un gesto de grandeza pedir perdón y también, perdonar porque en ambos casos, se trata de un acto de amor y respeto hacia el otro. No es fácil saber qué hacer cuando un amigo te ha fallado, pero el perdón es una de las opciones más saludables.