Puede que alguien a quien conozcas aunque sea de vista, se lanza un día y decide invitare a cenar o a tomar café. Pero ella no te interesa para nada, bien porque ya la conoces algo y no te convence su forma de ser, o bien porque desde el principio no te atrajo lo más mínimo y no deseas compartir ni un momento con esa persona a solas.
Entonces se plantea el gran dilema: ¿Cómo le digo que no?
El saber mantener una buena actitud aun cuando la situación no sea cómoda y saber salir adelante, será fundamental. Para ello, sigue estos consejos:
La honestidad ante todo es una buena carta de presentación y si esta persona no es de tu interés, entonces es mejor ser claro desde el principio y dile cosas como que estás agradecido/a con la invitación pero no puedes aceptarla.
Mantente en tu postura. Porque seguro que después de decir que “no”, para no sentirte culpable acabarás diciendo cosas como “Bueno entonces será en otra ocasión” y de hecho cuando llegue esa siguiente invitación también tendrás que volver a decir “no”.
Se firme. La falta de firmeza puede llevarnos a decir “no” pero si nos insisten varias veces terminamos por aceptar cosas que no son siquiera de nuestro interés. En este caso si hoy es “Muchas gracias pero no puedo aceptar tu invitación” es obvio que en unos días o semanas más debería ser “nuevamente muchas gracias, pero no puedo aceptar tu invitación”
Buena actitud. De hecho el ser firme, mantenerse en una posición y saber decir no, en absoluto son sinónimos de mala actitud. Sonreír un poco no hace daño; por el contrario el tema no es acabar con tus amistades, es hacer más y abrir tu círculo pero la idea, es que en el camino cada uno de ellos sepa que eres una persona agradable que sabe decir “no”.