Cuando se desea hacer algo «especial» Por esa persona que te hace sentir las mariposas en el estómago, pocas cosas podrán pararte. Es bonito dar sorpresas a la pareja sin tener que esperar una fecha especial como puede ser San Valentín. Cuando una relación está dando sus primeros pasos, todo parece bonito, romántico, y vale la pena explorar. A medida que va apareciendo la confianza, la necesidad de aferrarse a algo o a alguien desaparece.
Poco a poco, según comenzamos a esperar solo a fechas especiales para tener un detalle con la pareja, la relación se va tornando en rutinaria. Después de un tiempo, sabes que los aniversarios, cumpleaños y otras celebraciones se van a celebrar sí o sí. Encontrar una forma creativa o imprevista para celebrar un día especial se convierte en todo un reto.
Muchas veces el problema de esta rutina en las celebraciones la tiene nuestra falta de tiempo. Cuando veas que llega una fecha especial para vosotros, no hace falta que pidas unos días libres en el trabajo pero, si es necesario trasnochar para organizarlo todo perfectamente, tendrás que hacerlo. Tampoco te agobies con el tema pero, sí intenta sacar tiempo para no caer en la temida rutina.
No hace falta que organices un evento multitudinario, una simple cena hecha por ti puede ser el mejor regalo que hagas a tu pareja. Si necesitas ayuda, seguro que puedes pedírsela a algún amigo o familiar. Siempre hay gente que tiene un poco más de tiempo libre, así que una mano no te vendrá mal.