El hecho de cerrar relaciones pasadas es una asignatura pendiente para muchas personas. Emprender el rumbo sin el cariño y el apoyo que te brinda el amor, es difícil. Por eso, te sugerimos que sigas unas pautas que si las pones en práctica seguramente tus ánimos mejoren.
Ambientes nuevos. Evita frecuentar lugares a los que solías visitar con tu pareja. Ha llegado el momento de explorar nuevos horizontes.
Renueva el hogar. Si convivías con tu pareja y la relación ha concluido y te resulta difícil mudarte de casa, date prisa en cambiar de lugar todo lo que sea posible. De este modo te vendrán menos recuerdos a la mente.
Transforma tus hábitos. Acostumbrado a seguir una rutina con tu pareja, ahora es importante que la modifiques. Por ejemplo, no comas ni cenes en el mismo lugar que lo hacías en compañía… Busca nuevos enclaves para dar un giro a tu situación.
Aceptar las circunstancias. Aprender a aceptar tu estado presente es un duro trabajo al que la mayoría de las personas les cuesta comprender. A veces ocurre que “si estás solo no quieres estarlo y si estás acompañado a veces tampoco lo deseas”.
Te recordamos que “estar solo” es una buena situación para no dejarse guiar por los apegos. La creencia de que sin una pareja no se puede ser feliz, es errónea. Todo aquel que posee algún apego está ciego y no sabe tomar decisiones objetivos en su vida. En realidad, tú has nacido libre, sin embargo la sociedad y la cultura hace que te introduzcas en el círculo de los apegos y entonces brotan las dependencias hacia cosas y personas hasta el punto de que piensas que no puedes vivir sin ellas.
Tal vez se haya producido una ruptura en tu relación sentimental precisamente por el tema de los apegos… Y el verdadero amor nace de la total independencia de dos individuos que deciden compartir su existencia.