La felicidad es un sentimiento que no solo se puede experimentar en un momento presente sino también, durante la planificación de un plan divertido que produce una ilusión añadida. La Navidad es una época de reencuentros personales, un momento en el que puedes celebrar las fiestas junto a esas personas a las que tal vez, no ves con tanta frecuencia durante el resto del año.
Felicita las fiestas de Navidad a tus amigos
Puedes elegir tarjetas de Navidad para felicitar las fiestas a tus amigos. Puedes elegir postales virtuales o también, apostar por el correo tradicional como el medio perfecto para comunicar tu mensaje. De esta forma, al ser una forma de contacto menos frecuente, también lograrás sorprender más al destinatario.
Toma la iniciativa en los planes
Anímate a tomar la iniciativa en los planes sin quedar a la expectativa. De este modo, no solo te implicas más en tu propia felicidad sino que también aprovechas más el tiempo. Puedes elaborar una lista de cinco planes que te gustaría programar para las próximas fiestas. Una buena planificación es el mejor modo de aprovechar el tiempo de verdad.
Habilidades sociales
Comparte tu sentido del humor, tu tiempo y tu optimismo con aquellos que te rodean. Las habilidades sociales y los buenos modales hacen que la convivencia con los demás sea más agradable. La Navidad también es un tiempo de hacer balance. Por ello, analiza el estado de tus relaciones sociales para valorar la posibilidad de hacer cambios o dedicar más tiempo a algunos vínculos en concreto.
Las relaciones personales requieren de reajustes frecuentes. La Navidad como final de una etapa y paso hacia un nuevo ciclo, representa la oportunidad perfecta para hacer una pausa y reflexionar. Esta reflexión también te ayuda a marcarte los objetivos de año nuevo con más realismo.