Joven y viuda


La vida de las personas se ve salpicada de una de las situaciones más difíciles y estresantes cuando experimenta el estado de viudez.

Cuando una mujer joven se queda viuda, ella comienza a abarcar más responsabilidades… para salir adelante día a día tendrá que hacer frente a nuevas realidades directamente relacionadas con su entorno familiar.

Ante esta situación de dolor, una gran mayoría de féminas manifiestan enorme fortaleza: Se luchará contra posibles depresiones psicológicas que pueden surgir y se asumirán nuevos cambios, como en el caso de algunas de ellas la incorporación repentina al mundo laboral.

También dentro del colectivo de viudas jóvenes, el proceso de enviudar está caracterizado por distintos momentos. Están las viudas recientes: Sólo ha pasado un año desde la pérdida de su compañero. Y se encuentran sumidas en un profundo sufrimiento. Luego, están las viudas de tiempo extenso: Ha transcurrido más de un año desde que falleció su cónyuge y ya son capaces de organizar sus vidas.

Los retos que deberá afrontar una viuda joven reciente van desde los cambios de la cotidianidad, las transformaciones en la situación económica hasta la soledad, la pérdida de vínculos con otras personas, los cambios en la relación con los hijos, etc.

Todas las condiciones anteriormente citadas pueden suponer factores de riesgo para la salud física y psíquica de la viuda. Pero también es cierto que dicho panorama entraña desafíos sorprendentes, ya que a partir de ahora ellas tendrán que poner en juego artimañas de creatividad a fin de hallar nuevos lugares sociales y nuevos vínculos.

Es lógico que las viudas rehagan su vida sentimental pero no hay que olvidar que todo requiere un tiempo de maduración. Si tienes hijos pequeños en un principio es aconsejable no mezclar a los críos con tus relaciones personales. Será el momento de que tus hijos intimen con “esa persona” cuando hayas alcanzado cierta seguridad en tus sentimientos.

Sentimientos,
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