La indiferencia es una de las cartas posibles en el juego de la seducción. Un elemento muy incómodo que se vive con cierta sensación de injusticia porque a nadie le gusta sentir algo especial por una persona que actúa con frialdad ante la iniciativa propia. ¿Qué puedes hacer cuando te gusta alguien que no te hace caso?
Dejar de insistir
En primer lugar, no vas a convencerle por insistir con frecuencia y recordarle cuáles son tus sentimientos. Tú no tienes que convencer a nadie de cuáles son tus sentimientos porque tú ya sabes qué sientes. Si ya has tomado la iniciativa de decirle lo que sientes a otra persona y te ha respondido que no siente lo mismo, tienes más opciones de que comience a sentir algo diferente si tomas distancia que si sigues ahí como si no hubiese pasado nada. Cuando una persona insiste hasta el aburrimiento en que quiere tener una relación con otra persona se comporta como si no hubiese otro candidato posible en el mundo.
Intentarlo igualmente
Una cosa es que no haya que insistir un montón de veces y otra muy distinta, que no haya que intentarlo nunca. Aunque la persona que te guste, no muestre señales de sentir algo especial por ti, es fundamental que lo intentes para quedarte bien contigo mismo, saber la verdad y poder avanzar. De lo contrario, la duda no te dejará avanzar. En el corazón de una persona ilusionada surgen con facilidad falsas esperanzas.
No pierdas tu tiempo
Una vez que ya has tomado la iniciativa con la persona que te gusta y ya te ha quedado clara su indiferencia, entonces, no pierdas tu valioso tiempo, ni tampoco tu autoestima. Es lo que suele suceder cuando una persona se compadece de sí misma. Cuando la persona que te guste no te haga caso, acepta la situación y sigue con tu camino. Disfruta de la compañía de tu familia, pásalo bien con tus amigos, cultiva tu espacio personal y piensa que la vida te va a deparar muchas sorpresas en el futuro.