Si analizas con detenimiento, seguro que sabes estructurar perfectamente las partes de una boda, una vez que se ha terminado la ceremonia:

– Llegada de los invitados al salón
– Distribución en las mesas
– Llegada de la novia y el novio (después de las típicas fotos)
– Brindis inicial
– Comida
– Cortar el pastel
– Postre y entrega de pequeños regalos
– Comienzo del baile (suelen abrirlo el padre y la novia)
– Diversión general y finalización

Así, a primera vista, seguir estos pasos no parece muy difícil, pero cuando llega el día, una mala organización junto con los nervios pueden hacer que todo esto se convierta en un pequeño caos. Asegúrate de que todo está perfectamente preparado antes de la boda. Recuerda que tú llegarás más tarde al salón. La distribución debe estar clara para que los invitados sepan dónde deben colocarse.

Crear una pequeña guía de planificación no te vendrá nada mal. Deberás dársela a la persona que elijas para supervisar todo en tu ausencia. Esta persona puede ser una amiga o un familiar. Intenta buscar una canción especial que suene cuando vayáis a entrar al salón. Esto, además de ser un momento inolvidable, servirá para avisar a los invitados que llegáis al salón y que deben colocarse en su sitio. Cuando lleguéis a la mesa principal, podéis saludar a todos aquellos que se sientan con vosotros y procederéis a brindar con todos los asistentes. Tranquila, ya verás como todo sale bien.