Superar un aborto


No hay nada más bonito en este mundo que ser madre. Por eso cuando nos quedamos embarazadas sentimos una felicidad renovada que nos llena de alegría. Sin embargo, durante los nueve meses que dura el gestamiento pueden suceder muchas cosas, entre las peores encontramos un aborto. Los sueños de algunas mujeres que esperan un bebé se pueden truncar por un aborto inesperado. Los datos cifran en un 10% el caso de abortos espontáneos y del 25% en mujeres mayores de 40 años.

¿Qué le sucede a una mujer después de un aborto? ¿Qué síntomas, sensaciones y emociones experimenta? ¿Cómo puede recuperarse? Después de abortar, la recuperación física de la mujer oscila entre cuatro y seis semanas, eso es debido a que algunas hormonas propias de la gestación permanecen en la sangre durante más tiempo. Se puede decir que una mujer se recupera totalmente cuando la menstruación reaparece.

La mujer que acaba de sufrir un aborto puede una diversidad de síntomas, que pueden ir desde dolor lumbar hasta molestias abdominales, sangrado vaginal, pérdidas de restos de tejido o coágulos. Las complicaciones se pueden dar cuando aparecer la fiebre, secreción vaginal purulenta o con mal olor, hemorragias o aumento del dolor general.

La mujer también sufre un fuerte impacto psicológico. El primero es el síndrome de la culpabilidad por no poder haber dado la vida, se tiende a pensar que no se ha hecho lo correcto, que no ha cuidado lo suficiente su salud, que no será una buena madre. El segundo factor que debemos tener en cuenta tras un aborto es la ansiedad, que aparece por la duda generada a si la mujer se volverá a quedar embarazada, si la pérdida sucederá otra vez, si hay amenazas que desconoce.

Es importante saber que cuanto más avanzado está el embarazo, más dura resulta la pérdida del futuro bebé, debido principalmente al estrecho vínculo que genera con su madre. Del apego al duelo, dependerá de las habilidades que tenga para afrontar la frustración que supone esa perdida tan traumática. Por ese motivo, las mujeres que han sufrido un aborto tienen el doble de riesgo de caer en una fuerte depresión.

En cualquier caso, no debemos olvidar que el aborto no sólo puede ser una experiencia traumática y angustiosa para la madre, sino también puede serlo en gran medida para su pareja. Ambos quedarán marcados por este acontecimiento. Cada pareja debe actuar según sus sentimientos, apoyarse y superar lo sucedido porque la vida sigue.