Durante el día de San Valentín, muchas parejas deciden decirse te quiero a través de una carta de amor, sin embargo, existe un factor que crea unas condiciones especiales para enviar este tipo de mensajes románticos de un modo habitual: la distancia. Cuando dos enamorados viven en distintas ciudades y no pueden verse con tanta frecuencia como desean, pueden encontrar tiempo para escribir cartas, enviarlas a través de correo postal y cuidar detalles que en ocasiones pasan desapercibidos, como por ejemplo, la elección del papel. Algunas películas muestran el valor de la carta en el amor: La casa del lago y Cartas a Julieta son solo dos ejemplos. El diario de Noa, una de las cintas románticas por excelencia, también puede inspirarte esta idea.
Beneficios de escribir cartas de amor
Una carta de amor es una expresión de cariño en sí misma puesto que dedicas un tiempo a escribir tu mensaje y a enviarlo. La emoción también se alimenta de la espera. Una espera a la que cada vez estamos menos acostumbrados gracias a la inmediatez que ofrece el teléfono móvil y el correo electrónico. Las cartas de amor no son una forma de comunicación sustitutiva de otros medios sino un modo complementario de compartir vivencias.
Además, las cartas de amor también te permiten profundizar en sentimientos que tal vez, no analizas con tanta frecuencia en tu día a día. Sin embargo, una de las cosas que aporta una relación a distancia es tiempo para pensar. Así como puedes compartir algunos de tus pensamientos en un diario, también puedes hacerlo en cartas enviadas a través de correo postal.
Dar ciertas atemporalidad a las palabras
¿Qué te gustaría decirle a tu pareja para que pueda leerlo tantas veces como quiera? La escritura otorga cierta atemporalidad a las palabras. Por tanto, es importante que el emisor sea coherente con aquello que dice para no crear falsas expectativas en el destinatario.