El pensamiento marca tu vida y tu realidad. Por supuesto, las emociones también forman parte de la rutina diaria de un ser humano. Sin embargo, la raíz de dicha emoción es un pensamiento. Por tanto, para poder incidir sobre ella hay que actuar de raíz en el plano mental. ¿Cómo puedes utilizar tu pensamiento para sufrir menos por amor? En primer lugar, en vez de centrarte en los obstáculos, céntrate en lo que puede salir bien, disfruta cada momento, vive el ahora y siéntete afortunado por los más pequeños detalles. Deja de lado las dudas para vivir en el plano de las certezas. Por otra parte, cultiva a través del pensamiento tu autoestima. Repítete cada día al empezar el día el siguiente mensaje: “Soy una persona valiosa”.
El pensamiento se muestra a través de la actitud ante la vida. Por ello, la seguridad que brota de una buena autoestima se transmite también en las relaciones interpersonales, el carisma que emana aquel que vive como protagonista de su propia historia sin miedo del qué dirán… Aprende a aceptar la realidad aunque dicha realidad no sea tal y como a ti te gustaría. Las cosas son así y en la medida que te opones a ellas sufres más. Por tanto, aprende a decir: Gracias.
Dentro de la relación de pareja, merece la pena que pienses en todas las cosas buenas que te aporta estar con esa persona, que te centres en sus virtudes en vez de en sus defectos, que intentes admirar algo en ella de verdad. De este modo, cultivas el pensamiento a través de la generosidad, la sinceridad y el amor.
La felicidad depende en gran parte de ti. Por ello, también puedes poner de tu parte para sufrir menos en ciertos aspectos del amor. Disfruta de la vida gracias a tu optimismo natural.