Sin duda, la vida es diferente cuando se está en pareja o cuando se está soltero y lo cierto es que no se trata de que se viva mejor o peor de una o de otra forma ya que, ambos estados son ideales para vivir. ¿Por qué? Sencillamente, porque la clave del bienestar reside en uno mismo y no en el otro. Además, aquellas personas que no tienen pareja tienen más tiempo para centrarse al cien por cien en sí mismas, en sus objetivos y también, en sus amistades.
La diferencia fundamental entre estar en pareja o estar soltero, reside, esencialmente, en el modelo de vida. Está claro que cuando alguien está en pareja tiene que tener en cuenta también las necesidades de la otra persona, sus deseos e inquietudes a la hora de organizar un plan, solucionar un problema o cualquier otra cuestión. Y es que, la base de la pareja es la confianza y también, compartir muchas cosas (siempre deben quedar partes de intimidad para cada uno, claro está).
La pareja puede ser una fuente de felicidad muy plena cuando estás con la persona adecuada que de verdad te hace sentir bien. Sin embargo, también puede ser una causa de frustración notable cuando te ves envuelto en una relación poco gratificante y constructiva en todos los sentidos. Por ello, a la hora de vivir junto a otro, la verdad es que se necesita más trabajo y mayor nivel de inteligencia emocional que cuando vives solo y puedes adaptar tus horarios como quieras u organizar tu casa sin tener que pedir opinión a nadie más.
Estar en pareja muestra que tienes a una persona cerca que te quiere, te aprecia y te valora. Algo que seguro que muchas personas que están solteras envidian en ciertos momentos. Al igual que otras que están casadas anhelan la sensación de libertad.