Hacer frente al rechazo de otra persona no es nada agradable esa es la verdad. A veces, no tienes que arriesgarte a ese rechazo porque puede que ya intuyas que no eres correspondido en caso de que no veas ningún tipo de interés por parte de la otra persona. Ante el desamor, algunas personas cometen el error de compadecerse, de creer que son dignas de lástima y de pena.
La realidad es que deberías tomar esa situación como una oportunidad para superarte a ti mismo, para empezar de nuevo. E incluso, visto desde un punto de vista positivo, rodéate de la magia de la incertidumbre que baña tu vida. ¿Quién sabe qué pasará mañana? ¿Dónde estará tu gran amor? En la incertidumbre debes encontrar una motivación.
Deja de compadecerte porque allí donde se cierra una puerta, tal vez mañana, se abra una ventana. Y porque además, mientras lo haces, la vida se te va pasando sin vivirla de verdad. La realidad es que no necesitas a nadie más que a ti mismo para ser feliz. Ojalá hubieses sido correspondido pero tal vez, estés idealizando a una persona que no encaja para nada en tu perfil psicológico.
Por otra parte, debes evitar compadecerte en exceso, sencillamente, porque eso también puede alejar a nuevas personas que te conozcan ya que en cierto modo, esta pena desmedida puede llegar a asustar. En vez de compadecerte, no te quedes encerrado en casa, sal a la calle, haz planes, diviértete y disfruta con tus amigos e incluso, en soledad. Si de verdad te apetece estar solo, adelante, pero disfruta de todas las ventajas que te ofrece tu situación. La compasión no produce ningún fruto positivo a largo plazo. Por ello, ya es hora de cambiar de actitud