Tras todos los preparativos de la boda y la ceremonia, llega el mejor momento, un viaje de placer inolvidable que sea afín a tus gustos, intereses y posibilidades económicas. Preprar una buena luna de miel.
Junto con tu pareja, planea el viaje de bodas con varios meses de anticipación para poder atar todo lo necesario.
Acuerda con tu pareja el presupuesto que se destinará para el viaje de bodas. Es importante no llegar al endeudamiento, si no dispones de mucho dinero, mejor opta por algo sencillo, puede ser igual de especial.
No olvides calcular la cantidad de días disponibles para hacer estas románticas vacaciones, recuerda el horario del viaje.
Habla con tu pareja sobre el tipo de luna de miel que deseas. ¿Prefieres un viaje tranquilo para descansar o algo más excitante? Lo importante es llegar a un común acuerdo para que sea el mejor viaje de vuestras vidas.
Si el descanso es vuestra preferencia, te recomendamos un destino con clima cálido o tropical, por ejemplo puedes ir a la playa, vegetación exuberante y lugares con poca urbanización.
Si eres de los que prefiere realizar visitas a museos, lugares históricos o emblemáticos, opta por ciudades capitales clásicas. Las más conocidas para lunas de miel son Paris y Venecia.
Una vez seleccionado el destino, deberás reservar el hotel para hospedarse, importante que sea tranquilo y transmita romanticismo, intimidad y una excelente atención.
Evita visitar familiares o amigos durante el viaje de bodas. Recuerda que la luna de miel no debe perder la magia de compartirlo todo los dos solos.
Recuerda que el éxito de la luna de miel reside en la disposición que tenga la pareja para disfrutar cada momento, sin importa mucho el lugar de destino.