La existencia humana se vive en presente, pero el ahora, está claramente influido por lo que sucedió ayer en tu vida. Es decir, todo lo que eres se debe en parte, a todo lo que has vivido, lo que has sentido, las experiencias pasadas… Esta es una de las razones por las que merece la pena ser agradecido con el pasado. Incluso, con los errores cometidos para no volver a cometerlos y para poder obtener una lección positiva. El pasado te influye, está ahí, en cierto modo, te condiciona, en tanto que es imposible cambiarlo.
Por ello, a una nueva pareja no es bueno engañarle y ocultarle datos importantes vinculados con el ayer. Lo lógico es ser uno mismo. Sin embargo, el pasado no te determina en tanto que sí eres libre de poder influir de una forma diferente en tu presente y en tu futuro. Cualquier momento es bueno para empezar a vivir de una forma diferente, con otros ideales y otras metas. ¿Cómo influye tu pasado en tu presente sentimental?
En algunos casos, puede influir de una forma muy negativa. Así sucede cuando no has superado una herida del ayer y hay algo dentro de ti que te impide avanzar. Haber sufrido un desamor importante deja mucha huella pero lo importante es aprender a relativizar una situación así. Lo que ayer parecía un drama hoy puede ser tu oportunidad para elegir mejor a una pareja ideal. Tu pasado también influye de una forma negativa cuando algo del ayer hace que cierres la puerta de una forma definitiva al amor y te roba la paz interior que se pierde al no tener confianza en las personas.
Por ello, esfuérzate por superarte a ti mismo y lograr que tu pasado sea tu mejor fuente de apoyo a la hora de encarar mejor los temas sentimentales en el presente: aprende de todas las experiencias negativas que has tenido, repite las actitudes de las que te sientes orgulloso y aprovecha tu experiencia como tu mejor fuente de sabiduría.