Los preparativos de organizar una boda son intensos, incluso cuando el enlace nupcial se ha concretado con mucho tiempo. El estrés suele ser más intenso durante las semanas previas cuando todavía quedan algunos detalles por concretar y la pareja tiene expectativas altas de felicidad en su día. Deseando vivir un día especial y también, pudiendo ofrecer una boda bonita a los invitados. ¿Cómo reducir los niveles de estrés durante los meses previos a la boda?
Tener una agenda de boda
Es recomendable tener una agenda exclusivamente para anotar todos los detalles de la boda, indicando fechas y horarios de las gestiones. Una vez realizada una gestión, conviene tacharla para liberar esa tarea. De este modo, es más fácil visualizar aquellas tareas que ya se han hecho, diferenciándolas de aquellas que quedan por llevarse a cabo.
La rutina no se reduce a la boda
Una de las principales causas de estrés durante los meses previos a la boda es que este tema parece volverse monotemático para muchas parejas. Este evento es motivo de ilusión, una parte importante en la vida de la pareja, sin embargo, conviene no tener una visión reduccionista de la realidad para continuar con planes y hábitos frecuentes en la relación y que eran previos a la decisión de la boda. Un antídoto antiestrés es establecer pactos para que haya momentos en los que no se hable de nada que tenga que ver con el evento.
Si una pareja tiene una agenda profesional intensa también puede valorar la posibilidad de solicitar ayuda en los preparativos de la organización nupcial contratando los servicios de una wedding planner. En la actualidad, también puedes consultar información e ideas a través de blogs especializados como el de Macarena Gea. Consultar fuentes de información para obtener ideas también reduce el estrés previo al gran día.