Una historia de amor madura es aquella que evoluciona a lo largo de los años porque las personas se adaptan a los cambios propios del tiempo. La madurez es una riqueza respecto del proceso de enamoramiento porque supone una suma de confianza, realismo, amor y generosidad por ambas partes, siempre y cuando ambos trabajan su relación en positivo.
Interés mutuo
Una historia de amor está marcada por la felicidad cuando ambos tienen un interés mutuo y recíproco. Existen muchos casos de relaciones de pareja en las que uno de los dos ya se ha bajado del barco. Existen muchas formas de estar ausente a pesar de estar presente, en apariencia.
Desear el bien del otro
En el corazón humano, existe un impulso hacia el egoísmo y el individualismo que es muy palpable en las relaciones de pareja cuando existen más quejas que elogios. Sin embargo, el amor es desear lo mejor del otro porque cuanto mejor ves a tu pareja, mejor te sientes contigo mismo.
Ser amigos y compañeros
El amor es mucho más de lo que parece a simple vista. También contiene otros sentimientos tan puros como la amistad verdadera y el compañerismo. Sentimientos que conviene cultivar a través de una buena comunicación y también, dedicando tiempo a la pareja.
Caminar en la misma dirección
Una relación de pareja se rompe cuando dos personas tienen intereses y proyectos que son totalmente incompatibles. Es positivo caminar juntos en la misma dirección porque esa meta común, da sentido al amor.
El respeto
El respeto hacia el otro es muy importante porque refuerza su sentido de la dignidad. Pero además, el respeto hacia el otro comienza por ti mismo, por tanto, te ayuda a marcar límites entre lo correcto y lo incorrecto.