El amor al igual que la amistad o cualquier otro tipo de vínculo es una apuesta. Está claro que para considerar la amistad como una apuesta también debe de ser un vínculo afectivo al que des mucha importancia en tu vida. Además, puedes hacer amigos en cualquier parte, incluso, dentro del ámbito profesional. Algo que todavía es más gratificante ya que tendrás más inquietudes que compartir con el otro. Pero centrándonos en el amor, merece la pena que aunque sea una vez en tu vida, te hayas quedado con la sensación de que tú apostaste al cien por cien por otra persona. Aunque luego saliera mal, aunque no te correspondiera u otras mil razones diferentes.
Vivimos en la sociedad de los resultados. En el ideal de la consecución de objetivos en donde parece que hay que hacer algo para conseguir un bien determinado, y en caso de no haberlo alcanzado, entonces, se podría decir que has fracasado. Eso no es verdad, de hecho, a veces, para poder aprender a querer de verdad, previamente, tienes que haberte equivocado y haber conocido ese sabor tan amargo que produce la decepción del corazón roto.
Apuesta al cien por cien por una historia de amor en la que tú crees. Hazte ese regalo a ti mismo. Olvídate de cómo puede acabar todo. Céntrate en el aquí y en el ahora, analiza qué es lo que tú sientes y hasta dónde estás dispuesto a llegar. En filosofía, existe una base ética que es esencial: el fin no justifica los medios, y es cierto, sin embargo, cuando hablamos de amor, puedes utilizar muchos medios buenos y nobles para enamorar a la otra persona.
¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar por amor? Dependerá de la noción que tú mismo tengas de este sentimiento, si crees que estás ante un imposible, entonces, seguramente, te quedarás quieto. Sin embargo, si confías en tu buena suerte, entonces, llegarás lejos. Al menos, crecerás de una forma increíble a nivel vital, y créeme, si te propones apostar al cien por cien por una historia, seguro que puedes crear algo bonito.