Aprende del desamor


Tú mismo has de concienciarte de que “con o sin pareja” sigues siendo valioso, bueno e importante. Una ruptura sentimental es una prueba que te pone la vida para superar miedos o, incluso, para conocer tus interioridades de un modo más profundo.

El verdadero fracaso es quedarse estancado en una relación por miedo al futuro. La comodidad se te presenta como fuerte aliado que no te deja observar con claridad los pros y los contras de tu pareja.

Cuando sufres el desamor porque el otro te ha dejado careces de objetividad ante las circunstancias. Es entonces conveniente que pidas a tus amistades que te “echen un cable”… Si son sinceras ellas te indicarán cómo veían desde fuera tu relación y es probable que te aporten un punto de vista que no habías contemplado anteriormente.

Otro elemento negativo y muy influyente en las relaciones sentimentales es la codependencia. Aparece cuando te quedas demasiado tiempo en una situación que no funciona. Cueste lo que cueste “el tupido velo que tienes en los ojos” te aleja de la realidad: Sigues intentando ser paciente aunque tu pareja continuamente se salta tus límites. Y es que una pareja que no quiere trabajar su abuso no es una pareja auténtica, sino una amenaza para tu bienestar.

Ahora es el momento para hallar las respuestas oportunas ¿Qué crees que te aportaba tu pareja? ¿Podías confiar en él o ella? ¿Te sentías competente? ¿Os divertíais juntos? ¿Recibías apoyo, cariño, amor, respeto? Pero además, ¿Qué crees que aportabas tú? ¿Estaba alegre, feliz cuando estaba contigo? ¿Le dedicabas tiempo? ¿Cómo era el grado de satisfacción sexual?

Si analizas con detenimiento todos estos factores sabrás por qué te han dejado con el corazón roto y para el siguiente enlace amoroso aprenderás de los errores.

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