Son muchas las razones por las que una persona siente atracción por otra. Se suele hablar mucho sobre la atracción física, sin embargo, cualquier atracción física queda vacía en poco tiempo si no existe una complicidad intelectual. Es decir, si no existe un interés por temas comunes o una conexión profunda en las conversaciones, esto es lo que realmente hace que, a largo plazo, dos personas sigan juntas y se diviertan durante el tiempo de ocio. Por el contrario, cuando dos personas no conectan a nivel intelectual, se aburren de modo habitual.
Tener inquietudes en común
Esta complicidad intelectual puede notarse incluso desde las primeras citas cuando la pareja siente que el tiempo en común fluye, o por el contrario, hay muchos silencios en blanco, muchas palabras vacías y conversaciones con excesivos monosílabos. No solo las personas sapiosexuales, aquellas que dan un valor muy importante a la admiración intelectual, se fijan en este aspecto. Cualquier persona aspira a compartir su vida con alquien con quien comparte un mismo lenguaje.
Existe un buen indicio para reconocer cuándo existe conexión intelectual o no. Cuando los silencios resultan incómodos y molestos, entonces, es una mala señal para aquellas personas que no se sienten totalmente cómodas en la compañía del otro. En cambio, cuando una pareja disfruta de esos silencios, que comunican tanto cuando existe compatibilidad entre ambos, el amor fluye mejor.
Admiración mutua
La admiración mutua muestra la felicidad interior que siente el enamorado al poder compartir su presente con una persona que le suma tanto a su vida. Existen muchas parejas en las que uno de los dos admira mucho al otro mientras que el otro, necesita sentirse admirado (un rasgo propio del perfil vanidoso). Sin embargo, el verdadero equilibrio del amor se muestra en la admiración mutua y compartida.